¡Buenos días, mis peques!
Os voy a contar una conversación que tuve el otro día en clase de inglés.
Estoy yendo a clases de inglés para preparar el B2. Como la clase para adultos me coincidía con mis clases particulares, tuve que meterme con los adolescentes, entre 14 y 17 años. Os juro que cada clase es un espectáculo.
Tenemos un compañero nuevo, de 1º de bachillerato. Como la chica con la que me suelo sentar no estaba, tuve que ponerme con él para los ejercicios de speaking. Es la primera vez que se presenta a un examen de estos, así que estaba un poco perdidocon lo que había que hacer, así que le estuve explicando cómo se hacía para el B1 y que para el B2 es diferente. Total, que empezamos a hablar sobre el examen, por qué lo hacíamos, etc. Esta fue la conversación:
Yo: Es el primero al que te presentad, ¿no?
Él: Sí, ¿y tú te presentas este año?
Yo: Sí, eso espero, porque lo necesito.
Él: Y¿para qué lo necesitas? ¿Para la universidad?
Yo: ¡No! (¿Universidad?¿A estas alturas?) Lo necesito para el trabajo, para encontrar trabajo.
Él: ¡Ah! Pero, ¿tú cuántos años tienes?
Yo: 32 (¿cuántos creerá que tengo?)
Él: (cara de sorpresa) ¡joe! ¡No los aparentas para nada!
Yo: (sonrisa de oreja a oreja)
¿Sabéis esa sensación cuando un niño te llama "señora por primera vez? Pues esta es totalmente la opuesta. Me alegró el día, ¡jaja!
En fin, que me apetecía compartir con vosotros esa sensación.
¡Hasta la próxima, mis peques!
